Cada país celebra la Navidad a su manera. Unas zonas despliegan centenares de luces por todas las ciudades y otras realizan otro tipo de festejos. Éste es el caso del Congo.
El país africano antes celebraba unas Navidades por todo lo alto. El día de Navidad todos los integrantes de las familias estrenaban ropa para asistir a la misa de medianoche, una celebración a la que, además de cristianos, también acudían musulmanes y congoleños de otras religiones. Tras la misa, las familias se reunían con el resto de amigos, conocidos y vecinos para celebrar una gran comida a base de carne de pollo o cabra y arroz.
Desgraciadamente, a raíz de las numerosas guerras que han asolado esa zona de África, las celebraciones navideñas han quedado reducidas a celebraciones religiosas a media tarde. Unas eventos en los que todavía perdura el espíritu navideño de alegría y celebración.
De la misa de medianoche al desfile de Navidad
Con unas temperaturas que rondan los 25 grados... el Congo da el pistoletazo de salida a la Navidad con un desfile navideño. Cantando los villancicos más populares, un grupo de personas recorren de punta a punta las aldeas en torno a las 8 ó 9 horas de la noche.
Una "manifestación" que finaliza en un altar en el que ofrecen todo tipo de regalos al niño Jesús. Un acto que no concluye hasta que todos los ciudadanos de la zona hayan hecho su ofrenda.
Tras el desfile y la posterior ofrenda, familiares, amigos y conocidos comparten, cada uno aportando lo que pueda en función de sus circunstancias personales, una cena de Navidad.