La Navidad es esa fecha del año que está marcada por la paz, la tranquilidad, el amor, por momentos familiares de encuentros y felicitaciones, por ese lado de solidaridad y buena fe hacia los demás, pero muchas personas han conseguido convertir estos días en una fecha muy materialista, de comidas demasiado copiosas y desmedidas, de compras sin control y de compromisos innecesarios.
Si te gusta esta fecha pero no quieres morir a tantas comilonas, toma nota para descubrir de qué manera sobrevivir a esta época del año. Lo más importante es que disfrutes con las personas más cercanas, que tengas detalles llenos de emociones más que regalos muy grandes y caros propios de la era del consumismo y que te relajes, porque a veces esta época de paz se convierte en todo lo contrario, siendo estresante porque tienes que cumplir con todo el mundo y a veces no se puede. Prepárate para lo peor, tómate las cosas con filosofía y sé optimista, porque si te propones que será una Navidad estresante, se convertirá en eso y seguro que eso no es lo que deseas, sino todo lo contrario. Ahora ten en cuenta con siguientes consejos para que la Navidad sea un momento mágico, familiar y relajante.
El consumismo y las compras inteligentes
La llegada de la Navidad se convierte en una época de gastos que a veces se hacen en control, pero no es lo más acertado. Si quieres que tu cuenta corriente no se quede tiritando para la llamada cuesta de enero, no seas consumista porque sí, compra con cabeza y de forma responsable. No solo tengas en cuenta el dinero que gastas, sino también todo el tiempo que inviertes en pensar en qué comprar aunque en realidad no te haga falta ni tampoco a la persona a la que se lo vas a regalar.
Como a todos nos gusta regalar, lo más importante es hacer compras inteligentes pensando en la utilidad de lo que vamos a regalar, y no en si es bonito o no. Y más importante que eso es hacer las compras antes de estas fechas, puesto que las cosas son más caras cuando la Navidad está más cerca del calendario, así que sé optimista, adelántate y consume de forma responsable, así sobrevives seguro y tu cuenta también.
Discusiones en pareja
Sí, está claro que cuando estamos de vacaciones -ya sea en verano o en estas fechas- muchas parejas deciden romper su relación y el motivo no es otro que estar demasiado tiempo juntos, por lo que se producen muchas más discusiones de las normales, no se llegan a acuerdos y si además entre medias está las respectivas familias, las cosas pueden torcerse aún más.
Que si toca en una casa, que si toca en otra, que si tu madre no me regaló nada, que si tu hermano no me ha echado vino y a todos los demás sí... cualquier gesto puede convertirse en motivo de discusión, así que ármate de paciencia porque aunque sean pocos días pueden llegar a ser demasiado intensos y no es momento de tirar todo por la borda, todo pasa.
Encuentros por compromiso
Parece que no hay días en el mes de diciembre que se queden vacíos, pero tienes que asumir que estas fechas se traducen no solo en estar con los que más queremos, sino en tener compromisos que pueden llegar a ser demasiado pesados. Algunas de las comidas y cenas apetecen, pero otras nada de nada, así que lo mejor es tomárselo con filosofía, comer lo que te apetezca y poner buena cara aunque no te sea nada fácil.
Comidas excesivas
Lo mejor para sobrevivir al exceso de carne, marisco, turrón y sobre todo alcohol es pensar que no puedes comer y beber todo lo que quieras, porque el cuerpo tiene un tope y a ver cómo asumes que has engordado más de lo esperado cuando terminen las fiestas. Lo mejor es que te moderes y elijas unos días concretos para no tener ningún control, lo disfrutarás más y tu cuerpo lo agradecerá porque dar la talla en todas las comidas y las cenas no será posible.
Si estás solo, disfruta
La Navidad puede ser una época del año muy bonita, pero a otras personas puede llegar a ser realmente triste. estas fechas se traducen en encuentros, reuniones y celebración, pero si no tienes con quién compartirlo, puede ser muy difícil. Y no solo eso, sino que la soledad puede estar presente incluso cuando estamos acompañados, hay momentos en los que la distancia, compromisos profesionales y un largo etcétera consiguen que la Navidad para algunas personas sea un día triste, así que si te sientes así busca con quién compartir este momento que pueda llenarte lo siguiente o realiza una actividad que haga que se convierta en una festividad única.