Es normal durante las navidades que las sobremesas después de cenar se alarguen mucho más que de costumbre durante la Nochebuena, Nochevieja y Reyes. Tanto niños como mayores querrán tener alguna diversión con tal de hacer este rato más ameno y llevadero. Existen multitud de maneras de mantenernos entretenidos, pero existe una que ha persistido durante años y que nunca pasa de moda en la diversión: jugar a las cartas en familia.
Para este juego no es necesario ningún aparato electrónico ni piezas de un complicado juego, simplemente necesitaremos una baraja española u otra baraja más específica, pero no menos divertida para jugar, la del UNO. En Bekia te contamos a qué juegos de cartas podemos llevar a cabo para disfrutar en familia de la diversión tras las cenas navideñas de Nochebuena, Nochevieja y Reyes este año.
Tipos de juegos de cartas ideales para la familia
Cuando nos decidamos a jugar a las cartas por diversión después de la cena de Nochebuena, Nochevieja y Reyes deberemos tener en cuenta a qué juego queremos jugar. A la vez, deberemos escoger la baraja, ya que existen de diversos tipos. Ahora te hablaremos más concretamente de los juegos a los que podemos jugar con la baraja española o el típico juego del UNO, divertido para niños y adultos en nuestra familia.
Por lo tanto, con la baraja española podemos jugar, por ejemplo, a:
- El juego del burro. En este debemos repartir 4 cartas de la baraja entre todos los de la familia que participen en el juego. Deberá cada jugador intentar tener 4 cartas del mismo del mismo número, como al principio será muy difícil tenerlas, seguramente tengan que ir cogiendo una carta extra cada vez que sea su turno. Al principio del juego habremos quitado todas las cartas con letras de la baraja, para repartir solamente las que tengan número. Cada vez que un jugador tenga 4 cartas del mismo número irá quedándose fin hasta que se termine la baraja, y cada vez que consiga cuatro cartas del mismo número el jugador en cuestión gritará: ¡burro! Ganará el que más cartas del mismo número logre encontrar, por lo que deberemos contar las cartas de todos los jugadores al final.
- El juego del mentiroso. Para jugar al mentiroso necesitaremos una baraja española. Mezclaremos bien todas las cartas, sacando las letras para quedarnos solo con los números, y repartiremos siete cartas para cada jugador. Las que han sobrado las dejaremos a un lado porque las volveremos a necesitar. Al primero que le toque tendrá que poner una carta boca abajo en el centro de la mesa y decir el número uno, como se llama el mentiroso puede que realmente sea un uno como que no.
En dirección a las agujas del reloj iremos colocando las cartas boca abajo encima de la mesa hasta llegar hasta el doce. Para jugar a este juego debes conocer muy bien al miembro de la familia, porque debes detectar si está mintiendo o si el número que ha puesto encima de la mesa es realmente el correcto. Cuando se terminen todas las cartas repartidas podemos dar unas siete más del montón y ganará aquel que se quede sin cartas, puesto que si pillan al mentiroso tendrá que quedarse con todas las del centro de la mesa y le será mucho más difícil deshacerse de todas ellas para poder ganar.
- El juego del UNO. Este juego precisa de una baraja diferente. Esta tiene los números del 0 al 9 impresos en cada una de sus cartas con cuatro colores distintos. Se reparten 7 cartas a cada jugador y se pone una en el centro. Cada uno de los jugadores deberá tirar una carta del mismo número o color de la que está encima de la mesa y el que se quede con una sola carta deberá gritar: ¡uno! Y cuando se deshaga de la última habrá ganado. Sin embargo, debe tener en cuenta que hay otros tipos de cartas incluidos en la baraja que si su contrincante las tira puede que tenga que coger otras dos o cuatro cartas, cambiar el sentido del juego o el color del siguiente turno.
Juegos de cartas que no deberías practicar con la familia
Los juegos de cartas explicados anteriormente son ideales para jugar con la familia. No obstante, el juego se torcerá si uno de sus jugadores no sigue las reglas, no respeta los turnos o se enfada si pierde. Tampoco es conveniente abusar de la confianza en familia y hacer burla al que pierde, puesto que perderemos toda la alegría en el juego después de la bonita cena navideña. Así pues, todos los juegos nombrados son ideales, siempre que juguemos con respeto y sin demasiada competitividad.
Sin embargo, existen otros juegos de cartas a los que no deberíamos jugar en familia, haya niños o no. Esos son todos los que impliquen un grado muy alto de práctica y experiencia, como es el Póquer, o los que implican (al igual que este) jugar con dinero. Aunque sea nuestra familia y no solamos tener malos entendidos, siempre que haya dinero de por medio la cosa puede llegar a complicarse en exceso. Por lo tanto, solo deberíamos jugar a los juegos de cartas que hemos mencionado porque son divertidos y nos evitarán también posibles problemas que no deseamos, y mucho menos después de las cenas navideñas, como lo son Nochebuena, Nochevieja y Reyes.