La Navidad es sinónimo de fantasía para los más pequeños. Papá Noel y los Reyes Magos son los personajes estrella de la época navideña, pero estas fechas han dado lugar a multitud de otras figuras de ficción. Hoy os hablamos de El Grinch, la antítesis de la Navidad.
El Grinch es un personaje de ficción creado en el año 1957 por el dibujante americano Dr. Seuss (1904 - 1991). El cómic "Cómo el Grinch robó la Navidad" gozó de gran popularidad en Estados Unidos lo que llevó a la Metro Goldwyn Mayer a realizar, en 1966, una serie de dibujos animados sobre este personaje. Desde entonces, el Grinch se ha coronado como el malvado simpático de la época navideña y su popularidad ha traspasado fronteras.
Tras varias series más e incluso un musical, el actor Jim Carrey se transformó en el año 2000 en el primer Grinch de carne y hueso para protagonizar la película que refrescó la figura de esta "celebridad". Ahora ya es frecuente encontrar disfraces de Grinch o verlo reflejado en numerosas series o programas.
Así es el Grinch
El Grinch es un personaje con un cuerpo aparentemente humano, piel verde, ojos amarillos con pupilas rojas, dientes amarillos y una cara que podría ser de gato. Es un hermitaño que vive en una cueva cerca de la ciudad de Whoville. Detesta la Navidad y llegada la época, se disfraza de Papá Noel para robarle todos los adornos navideños y regalos de Navidad a los vecinos.
El Grinch tiene una serie de superpoderes que le permiten controlar y levantar cualquier carruaje de regalos como el mismísimo Papá Noel. En la adaptación cinematográfica, aparece acompañado de un perro, Max, que se disfraza de reno para acompañar al Grinch en su periplo destructivo.
Grinch, un término en la cultura popular
Pese a las malas intenciones de El Grinch, ha pasado a ser un personaje más de estas fechas, con un punto casi entrañable. Hoy en día se utiliza de manera cariñosa para describir a cualquier persona a la que no le gusta la Navidad, así como aquellos que refunfuñan con sus regalos navideños o cuando se realiza cualquier actividad relacionada con la Navidad.
Es frecuente encontrar en cualquier tienda de disfraces máscaras con la cara del Grinch. Además, se ha acuñado la expresión "poner cara de Grinch" cuando pones mala cara frente a cualquier adorno, celebración o canto de algún villancico. Como ves, el espíritu navideño invade hasta a los que no les gusta la Navidad.