El 26 de diciembre se celebra en Cataluña y en las Islas Baleares el día de San Esteban; una festividad que, si bien tiene mucha importancia en ambas comunidades autónomas, en el resto de España se conoce poco de ella. En este importante día para los catalanes tiene un papel muy importante la comida. Y es que a pesar del banquete disfrutado el día anterior para celebrar la Navidad, en Cataluña las familias vuelven a reunirse para una nueva comilona en honor a San Esteban. Un menú que, tradicionalmente, se compone de tres platos y que te mostramos a continuación:
PRIMER PLATO: SOPA DE GALETS
La comida de Navidad es en Cataluña tan importante como en el resto de España y, además de pescado o marisco, lo que no puede faltar es una buena carne. Por eso, los chefs de la familia suelen pasarse la mañana en la cocina preparando pollo, pavo relleno o la famosa escudella que se servirán el 25 de diciembre. Un banquete en toda regla que llena la mesa de platos deliciosos para celebrar la Navidad y de los que, inevitablemente, sobrarán restos.
Estas sobras son las que se utilizan para preparar la famosa sopa de galets del día de San Esteban, un caldo caliente que viene a la perfección para que toda la familia entre en calor en un mes tan frío como es diciembre. Este plato es muy sencillo de hacer y se compone de tres elaboraciones principales: el caldo, los galets y las pilotes (o albóndigas de carne). Estas pilotes forman parte de la escudella, una especie de cocido que se sirve en dos tandas: primero el caldo, acompañado de fideos o arroz, y luego la carne (entre la que se encuentran las pilotas) con las verduras y las legumbres que se han hervido en el caldo.
La preparación de las pilotas no es complicada ya que, como su propio nombre indica, son muy parecidas a las albóndigas. Para elaborarlas se deberá mezclar carne picada de cerdo y de ternera, a la que se añadirá una pizca de sal, perejil picado, ajo en polvo y miga de pan previamente remojado en leche. Una vez todos los ingredientes se hayan unido perfectamente entre sí, habrá que darle forma redondeada a la masa y pasarla por harina antes de incorporarla al caldo hirviendo. Lo normal es hacer albóndigas pequeñas, aunque hay gente que prefiere hacer una gran bola que luego se repartirá entre los comensales. A continuación, tan sólo habrá que añadir los galets, una especie de pasta con forma de caracola que es indispensable en cualquier sopa de Navidad catalana. Una vez todo esté cocido y en su punto, ya podrá servirse la comida a los invitados. A algunas personas les gusta rellenar la pasta con la carne de las pilotas, aunque eso depende del gusto de cada uno.
SEGUNDO PLATO: CANELONES
Nada es tan típico de una comida de San Esteban como los famosos canalones catalanes, sobre todo si se acompañan de una buena botella de cava bien fresquita. Este plato, al igual que la sopa de galets, también se elabora con los restos de la comida de Navidad. Y es que lo normal es que para su preparación se utilice la carne que ha sobrado del día anterior, ya sea de pollo o de la propia escudella, que se limpia de huesos y se tritura para convertirlo en el relleno de los canelones.
A esta carne se le puede añadir salsa de tomate, paté o caldo para que el relleno quede más jugoso, pero la receta varía según la tradición de cada familia. Tras cocer la pasta tan solo habrá que rellenarla con la carne y colocarla en una bandeja de horno. Una vez se incorpore la bechamel por encima se les añade un poco de queso rallado y se meten el horno para gratinar. Después ya estarán listos para que los invitados disfruten de este delicioso plato que gusta tanto a pequeños como a mayores.
POSTRE: LAS NEULES
Toda comida familiar que se precie debe terminar con un buen postre que ponga el punto dulce a la reunión. En el caso del día de San Esteban, lo normal es que se sirvan las famosas neules o neulas. Un dulce en forma de barquillo que es uno de los postres navideños más típicos de Cataluña. Su receta es muy fácil de elaborar y tan sólo necesitarás 90g de harina, de azúcar y de mantequilla y 120g de clara de huevo. El primer paso será derretir la mantequilla, pero intentando que ésta no se caliente demasiado. A continuación, habrá que mezclar todos los ingredientes en un vaso de batidora excepto la mantequilla, que se irá añadiendo poco a poco para evitar que el calor pueda cuajar las claras de huevo.
Una vez hayamos batido la masa hasta lograr que ésta esté homogénea, deberemos extenderla en la bandeja del horno cubierta con un papel de hornear o con una silicona. Este momento es muy importante, ya que del grosor de la masa dependerá el éxito del postre. Lo mejor es ayudarse con el reverso de una cuchara o de una espátula, de forma que podamos crear un círculo de masa muy fino. El siguiente paso ya será meterlos en el horno previamente calentado a 160º durante unos minutos, y es que hay que estar muy atentos para evitar que la masa se haga demasiado, lo que hará que se rompa cuando intentemos darles forma. Por ello, lo mejor es sacarlos cuando empiecen a adquirir un leve tono dorado.
Rápidamente, antes de que la masa se enfríe, habrá que enrollarla alrededor de un palo o de un utensilio de forma redondeada. Una vez se haya endurecido la masa ya podremos retirar el palo de la neula y dejarla enfriar completamente sobre la rejilla del horno. A la hora de servirlas podemos acompañarlas de crema catalana o de algún sorbete fresquito, pero solas también están para chuparse los dedos.
Ahora ya conoces cuál es el menú de una de las fiestas más típicas de la Navidad catalana como es el día de San Esteban. Da igual de que parte de España seas, puedes animarte y sorprender a tus familiares y amigos preparándoles estos deliciosos platos tan especiales en Cataluña y que seguro que deja a tus invitados con un buen sabor de boca.