Si hay alguien que tiene especial ilusión cuando llega la Navidad, esos son los niños. Desde meses antes de que lleguen estas fiestas, ya se encuentran entusiasmados con las celebraciones navideñas y, como no, con los posibles regalos que les puedan traer los Reyes Magos. Les gusta participar en todas aquellas actividades que son propias de estas fechas tan entrañables. Al final, con su espíritu navideño y su entusiasmo, hacen partícipes a todas aquellas personas que viven alrededor de ellos de la ilusión de la Navidad.
Muchos son los planes que se pueden hacer con ellos durante estos días. Además, se organizan multitud de eventos en los que los más pequeños de la casa son los protagonistas. Aun así, seguramente les guste ser partícipes de las cosas que tengan que ver más directamente con su casa. Algo que les hace especial ilusión es poder participar de la decoración de su casa. Ya desde el colegio les van incitando a ello, ya que suelen preparar pequeños adornos que puede ser colocados en el árbol o cualquier otro lugar de la casa.
Antes de empezar debes tener claro que vas a vivir con tus hijos momentos especiales que, seguramente cuando ya se hagan mayores, no podrás repetir. Es por ello que deberás disfrutar al máximo de ellos exprimiendo cada segundo. Se trata de momentos únicos en familia disfrutando, en este caso, de la ilusión que la Navidad despierta en tus hijos. Aprovecha para llenar tu cabeza de recuerdos.
¿Cómo decorar la casa con tus hijos?
El primer paso para cualquier decoración es la organización. Por lo tanto, en primer lugar debéis llegar a un acuerdo sobre qué día vais a decorar vuestra casa, con qué la queréis adornar y de qué se va ocupar cada uno. En este caso, estaría bien hacer una tormenta de ideas. Aunque vosotros como padres seáis lo que dirijáis todo, sí que tenéis que hacerles partícipes para que se sientan también protagonistas. Hay muchos tipos de decoración que se utilizan en Navidad, pero lo recomendable es centrarse en lo más tradicional: árbol y belén. Les hará ilusión ver cómo, en otros sitios, tienen la misma decoración que han puesto ellos en su casa.
Para empezar, podríais colocar el árbol de Navidad. La estructura, es decir, el las ramas, será mejor que las pongan los padres ya que puede ser que los hijos puedan pincharse. Una vez que ya esté lista, tocará adornarlo. Para decorar utilizaréis espumillón y aquellos adornos que más os gusten. Por ejemplo, si en el colegio han hecho algún adorno que se pueda utilizar, es el momento de colocarlo, sino, siempre es buena idea que fabriquéis entre todos la decoración del árbol. Para incentivar su ilusión, se les puede decir que va a ser el lugar en el que Papa Noel y los Reyes Magos dejarán sus regalos si se han portado bien.
A continuación, toca ponerse con el belén. En este caso, se puede hacer una actividad que sea educativa a la par que lúdica. Mientras se van colocando las figuras, se puede ir recreando la historia que hay detrás para potenciar la imaginación de nuestros hijos, además de hacerlo mucho más ameno. La elección de las figuras ya viene decidida por la tradición, por lo que deberéis elegir las posiciones de éstas en vuestro belén.
Fuera de la tradición, hay otros tipos de decoraciones que pueden hacerse con niños. Debemos de tener en cuenta que cualquier lugar de la casa puede ser decorado, aunque hay que tener cuidado de no hacer que el ambiente quede demasiado sobrecargado. Por ello, algunas opciones pueden ser preparar los calcetines para Papa Noel, decorar nuestra ventana con aquello que más ilusión les haga a nuestros hijos, poner un adorno de entrada en la puerta de casa... Las opciones para decorar pueden ser incontables, pero, como ya hemos dicho antes, lo importante debe ser pasar tiempo con nuestros hijos disfrutando de estos momentos tan entrañables.