La cena de empresa es un momento esperado por algunos y odiado por otros que llega cada año cuando se acercan las fiestas navideñas. Pero más allá del menú elegido, la ansiedad por compartir mesa y mantel con una persona poco apreciada o la alegría por hacerlo con quien mantienes una relación de amistad más allá del día a día en el trabajo, hay que saber acertar con la vestimenta.
Ir mal vestidos o excesivamente arreglados puede ir en detrimento de nuestra reputación, algo que cuesta ganarse un día tras otro en nuestra empresa y que no deberíamos tirar por tierra en las tradicional cenas de navidad de las empresas.
Desde BekiaNavidad os proponemos tres estilos diferentes para hombres para acertar y conseguir no ser el centro de las miradas por nuestro atuendo, sino conseguir ir correctos a la hora de sentarnos a la mesa con superiores, iguales y subordinados.
1.- La elegancia de la sencillez
El primero de ellos es saber encontrar la elegancia de la sencillez. Hay que tener en cuenta para qué empresa trabajamos y cómo se viste en ella, pero a una cena de empresa se puede ir vestido de forma muy decorosa con un traje normal y sin demasiadas pretensiones, hay que buscar siempre la discreción.
Evita ir con demasiados adornos o con una vestimenta demasiado lujosa, llamativa u ostentosa, puedes generar críticas o envidias que perjudicarían tu imagen, así que si te pones un traje intenta no pasarte y apostar por una sencillez armónica.
2.- Elegante pero informal
Otro estilo muy acertado es dejar a un lado gemelos, corbatas, pajaritas y americanas para ponerse solo una camisa, unos pantalones chinos o similares y unos zapatos o zapatillos oscuras con apariencia de zapato clásico.
Esta es una forma ideal de ir elegante pero informal, es decir, causar buena impresión pero olvidándote de la rigidez que conlleva un traje y que podría no ser adecuado en un entorno más relajado como el que pretende formarse en una cena de empresa. Si eliges este caso apuesta por tonos oscuros, sobre todo azul marino, negro o gris, y siempre combina los colores.
3.- Casual y correcto
Un último estilo que puede funcionar a la hora de sentarse en la mesa con los compañeros de trabajo es elegir un look casual e informal, pero sin estridencias ni dejadez. Si el ambiente de la empresa no es muy encorsetado no debes tener miedo a dejar a un lado las camisas y los zapatos, siempre y cuando te decantes por ropa adecuada.
Unos vaqueros que no estén rotos ni gastados o cualquier pantalón de colores como azul, negro, marrón o beige pueden combinar de forma perfecta con un polo, o un jersey liso o de rayas que esté en buen estado. Como complemento puedes ponerte o bien unos zapatos que no sean excesivamente elegantes o unas zapatillas adecuadas, es decir, nada de playeros blancos o similares que desentonarían totalmente en una cena de empresa.