La Navidad es una época mágica, un tiempo para estar en familia y disfrutar de los seres queridos. A pesar de que durante las fiestas se pueden planear muchas actividades, ya sea para niños como para adultos, algo que no puede faltar es poner la decoración de Navidad todos juntos. El árbol, las luces, las guirnaldas de espumillón o las bolas de colores se convierten en los auténticos protagonistas del hogar. Sin embargo, hay que tener en cuenta que para triunfar con la decoración navideña, ésta tiene que reflejar la personalidad y el espíritu de las personas que viven en la casa. Y, ¿qué mejor forma de asegurarse de que así sea que con adornos navideños caseros?
Además, es una actividad perfecta para hacer en un día de lluvia o de frío en el que no apetece salir a la calle. Puedes fabricar desde coronas de adviento a calcetines de Papá Noel, aunque nosotros te proponemos que comiences con unas preciosas bolas de Navidad hechas en tarros de cristal. Son perfectos para colocar en cualquier rincón y que toda la casa esté inundada del espíritu navideño. Apunta todos los materiales que necesitas, llama a toda tu familia para que te ayude y poneos manos a la obra.
¿Qué necesitas para hacer una bola de nieve casera?
Los materiales son muy fáciles de encontrar en cualquier lado, por lo que coge papel y lápiz y apunta qué comprar de la lista inferior :
Comienza a hacer tus adornos
Lo bueno de hacer adornos caseros es que no tienen por qué ser todos iguales. Cada persona puede elegir un bote de un determinado tamaño o utilizar purpurina en vez de nieve o pequeñas campanitas en vez de animales en miniatura. Aquí tienes las ideas básicas para que tu bola de nieve quede perfecta, aunque lo ideal es que dejes volar tu imaginación y hagas tu propio diseño. Comienza quitando las tapas de los botes y pintando la parte superior de ellas con un poco de pintura a la tiza de color blanco. Luego deja que se sequen para comprobar que ha quedado perfectamente pintada y, si fuera necesario, dale otra segunda capa.
El siguiente paso será darle la vuelta a la tapa (una vez esté completamente seca para no estropear la pintura) y pegar en ella la figura de un animal -por ejemplo un oso polar, un reno o un oso- con un poco de masilla adhesiva. A su lado pega también uno de los abetos en miniatura. A continuación, si tienes una estrella o una campanita, átala al extremo de un trozo de hilo transparente -no demasiado largo, si no tendrás que cortarlo para que al estar estirado la estrella quede justo encima de los adornos que vayas a utilizar-. En el otro extremo del cordón pon una pequeña bolita de masilla adhesiva y luego pégala en la base del bote de cristal, justo en la base. Si tu mano no cabe podrás ayudarte de un lápiz o cualquier otro instrumento largo para presionar sobre la masilla y que ésta se pegue al cristal.
Por último, rellena el tarro correspondiente con un poco de nieve artificial y, si no encuentras en ninguna tienda de manualidades, puedes utilizar bolitas pequeñas de poliespan. Si quieres, también puedes añadir un poco de purpurina a tu nieve. El último paso será poner la tapa al bote y luego tan solo tendrás que darle la vuelta para que la nieve y los adornos queden en la posición correcta. Haz varios diferentes y colócalos todos juntos en una pequeña mesita o en la repisa de una chimenea.
Otra opción es rellenar los tarros con agua para que, al agitarlos, produzcan el efecto de que dentro de la bola está nevando de verdad. Pero, si optas por esta opción, necesitarás otros materiales. Comienza pintando la tapa con la pintura a la tiza pero, cuando vayas a pegar los adornos en la base, no podrás usar masilla adhesiva ya que ésta no funcionará cuando se moje, sino que necesitarás una pistola de silicona para dejarlos bien fijados. Ésta podrás encontrarla en cualquier tienda de manualidades junto a las barritas de silicona, material que se calienta y se funde para pegar. Su uso es de lo más sencillo, así que no te preocupes.
A continuación, agrega un poco de purpurina y de nieve artificial. Comprueba que ésta no se deshace cuando entra en contacto con el agua. El siguiente paso ya será llenar el tarro de agua hasta el borde y remueve con un pincel para que la purpurina y la nieve no se queden pegadas en el fondo. Luego pon la tapa al bote y haz un cordón de silicona todo alrededor para evitar que el agua se escape.
Decora tu adorno a tu manera
Ahora ya tendrás tu bola de nieve hecha, aunque puedes añadir algunos detalles en el exterior para que el resultado sea aún más bonito. Por ejemplo, puedes poner un poco más de silicona en la parte superior del bote o en la tapa y pegar un poco más de nieve o de purpurina. También puedes decorar el exterior con estrellas o campanas o escribir algún mensaje bonito en la tapa con un rotulador permanente de color dorado o plateado.
Otro tipo de decoraciones
Como has podido comprobar, hacer tu propia bola de nieve casera es de lo más sencillo. No sólo conseguirás una decoración ideal, sino que también puedes dar un segundo uso a esos tarros de cristal que se guardan en el armario y que luego molestan más que ayudar. Además, si eres amante de las manualidades o si quieres pasar un rato divertido con tus hijos o familia, pasarlo entre pinceles, pintura y purpurina es un plan perfecto. Una vez tengas hechas tus bolas de nieve seguro que te animas a hacer otro tipo de adornos, puedes encontrar muchos DIY de calendarios de adviento o coronas de Navidad.
También puedes optar por dar una segunda vida a otros objetos que ya no utilizas y reciclarlos para hacer manualidades. Árboles hechos con los tapones de corcho de las botellas de vino, copos de nieve a partir de botellas de plástico o bombillas como bolas de cristal son algunos de los ejemplos que puedes encontrar.