La Navidad se acerca, y ya va siendo hora de ir pensando en los decorativos especiales para esas fechas. Muchas familias año tras año reciclan los mismos objetos, mientras que otras renuevan en cada temporada para sentir cada Navidad distinta de la anterior. Uno de los elementos fundamentales de decoración en nuestro país es el clásico árbol de Navidad, donde tanto Papá Noel como los Reyes Magos dejan sus regalos para todos los habitantes de la casa. Pero, ¿de dónde viene esta tradición?
Orígenes del árbol de Navidad
Existen varias teorías respecto al que sería el origen el árbol de Navidad. Una de la más implantadas en la sociedad se basa en que provendría de los celtas de Europa Central, que eran quienes utilizaban los árboles para representar a varios de sus dioses. Además y como explicación, la que es ahora fecha de Navidad cristiana era para ellos la celebración del nacimiento de Frey, el Dios el Sol y la fertilidad, y lo festejaban decorando un árbol.
Eso sí, si lo que queremos es saber es el origen del que es hoy en día nuestro árbol, habrá que remontarse entre los años 680 y 754. Es en esa época donde se sitúa San Bonifacio, quien sería un importante evangelizador de Alemania, y decidió darle a esta tradición de los celtas una explicación cristiana. Así, cogió un hacha y cortó un roble, que representaba al Dios Odín, y plantó en su lugar un pino, al que adornó. Después y con la evangelización de esos pueblos, los cristianos cogieron esa idea para celebrar el nacimiento de Cristo.
Más allá de los orígenes fundamentados en leyendas y que no terminan de ser del todo claros, a España no llegó hasta finales del siglo XIX, a través de una princesa rusa que se casó con el político español José Osorio. Poca gente sabe esto, y es un dato curioso que nos permite saber un poco más sobre nuestras costumbres y, quizá, haga que nuestra imaginación vuele un poco para ser más originales estas navidades.
Cómo hacer un árbol de Navidad de fieltro
Así nació la tradición en nuestro país, que pasa de generación en generación y que cada año va modificando sus características para adaptarlas a la sociedad actual. Esta vez desde Bekia te enseñaremos cómo hacer un árbol de Navidad de fieltro, una opción de lo más eco-friendly y a prueba de niños, ya que no habrá que temer que estos rompan aquellos adornos que podrían ser especiales. Y, si esto pasase, siempre se podrían construir más de una manera rápida y sencilla.
El típico abeto decorado que aparece en cualquier película navideña que se precie, no es una opción viable en la mayoría de casos de nuestro país. Hay que tener muy en cuenta el tamaño donde se quiera colocar y, con el cambio climático acechándonos, no parece la mejor opción para contribuir con la naturaleza. Por otra parte, un árbol hecho de otro material puede ser resistente a lo largo de los años, pero no es una opción de lo más económica, algo que, en los tiempos que corren, es una clave importante a tener en cuenta. Además, ya se sabe que la Navidad no es una temporada en la que se gaste poco dinero por lo que, cuanto más se pueda ahorrar, mejor.
Dicho esto, en definitiva hacer un árbol de fieltro puede ser la solución si necesitas un árbol que no cueste mucho dinero, que no ocupe espacio y que, además, puedas pasártelo en grande creándolo; más incluso si tienes pequeños en casa, ya que hará las delicias de su imaginación y creatividad. También, y por qué no decirlo, es la mejor elección para reflejar tu personalidad en un decorativo de tu casa. No pierdas tiempo y ponte manos a la obra para ser el más original de tus amigos.
Para ello, necesitaremos:
- Tela de fieltro verde
- Fieltro de colores varios para hacer adornos
- Pegamento, silicona o cola blanca
- Cartulina
- Cinta adhesiva de doble cara o velcro
- Tijeras
Estos materiales podrás encontrarlos fácilmente en cualquier papelería y son asequibles en comparación al típico árbol de navidad. ¡Comenzamos!
Para hacer el árbol
1. Para empezar, lo primero es tomar medidas y saber a qué altura y de qué tamaño se quiere el árbol. Dependiendo de dónde lo coloques, puede ser a tamaño real o una versión en miniatura. Hay que tener en cuenta estos factores antes de diseñarlo, ya que tanto la compra de materiales como la imaginación se deben adaptar a las necesidades de la manualidad.
2. Cuando ya sepas la forma que tendrá el árbol, se deberán marcar esas medidas en la cartulina que se vaya a utilizar. Busca una plantilla que te guste en Internet (se puede usar alguna de las fotografías que aparecen aquí), y comienza a dibujar el árbol a tu gusto. Su forma puede ser todo lo original que quieras, pero recuerda que tiene que parecer un árbol para cumplir la finalidad que se busca.
3. Cuando la forma esté, recorta la cartulina, que se usará para marcar las medidas en la tela de filtro y será lo que se pegue a la pared.
4. Una vez recortados la cartulina y la tela, pega ambas con pegamento, silicona o cola blanca. Asegúrate de que no se despegue, y procede a colocarlo en la pared con la cinta adhesiva. Colócalo recto y a tu gusto. La cinta adhesiva no es excesivamente dañina par las paredes, así que no tengas miedo de pegarlo fuerte, ya que el árbol necesita aguantar todas las festividades.
5. Ya tienes tu árbol de Navidad. Comprueba que sea resistente y no dudes en retocarlo si alguna vez se despegue.
Adórnalo a tu gusto
Los adornos pueden ser totalmente a tu elección. Como ideas, te sugerimos muñecos de nieve, bastones de caramelo, bolas, regalos, renos, Papá Noel, estrellas... Desarrolla tu imaginación e ingenio para que quede a tu gusto. Si quieres dar un efecto 3D al árbol, puedes rellenar los adornos con algodón, y coser las dos caras para que estén rellenos. Esto será de lo más original y, aunque conlleve algo más de tiempo, merecerá la pena para hacer de tu árbol un adorno totalmente llamativo.
Para pegarlos al árbol, tan solo tienes que colocar velcro adhesivo de doble cara en la parte trasera de cada adorno, y ¡listo! Ya tendrías tu árbol apto para todo tipo de celebraciones a su alrededor. No olvides dejar unos zapatos o calcetines debajo de este para asegurarte de que te dejan unas cuantas golosinas que endulcen tus fiestas.